top of page

3 Tips para sentirte más confiada

La vida nos pone a prueba constantemente y por muy preparados que estemos, debemos ingeniárnosla para responder de la mejor manera.

Muchas veces, por más que nos preparemos y dominemos un tema que vayamos a exponer, es muy normal que la ansiedad y los nervios nos invadan. Esto es porque nuestra mente está programada para interpretar como amenaza todo aquello que sea "nuevo", es donde actúa nuestro cerebro reptiliano (profundizaremos más en un futuro blog).

Cada vez que salimos de nuestra zona de confort y nos enfrentamos a un reto al que no estamos acostumbrados, nuestro cuerpo reacciona intentando detenernos.

Hay personas para las cuales es más simple normalizar la incomodidad que producen algunas situaciones otras, sin embargo, se bloquean y su mente se va a blanco.


La ciencia lleva algún tiempo investigando por qué se producen estos dos tipos de reacciones. Si alguna vez has sentido que te faltaba confianza o has dejado escapar alguna oportunidad debido a ello, aquí tienes tres tips que te ayudarán a sentirte más segura de ti misma la próxima vez.



1. Usa pose de poder antes de iniciar una conversación o presentación

Si alguien sigue a Tony Robbins sabrá el ritual que él realiza previo a subir al escenario. No te digo que estés dos horas en una tina de agua fría... no! pero lograr subir tus emociones, llegar a un estado "yo alto", sin duda te posicionará de manera ganadora. Puedes levantar los brazos, ponerte en pose de superheroína, saltar, repetir frases alentadoras y positivas.


Cada una puede buscar sus propias técnicas. Cuando estamos seguros, transmitimos esa confianza a nuestra audiencia. Por el contrario, si nos encontramos en un estado bajo, ya sea de tristeza, molestia u otra emoción de baja vibración, también lo transmitiremos a nuestros espectadores. La actitud de baja vibración generalmente tiende a encoger los brazos, muestra una expresión de abatida y conforme no la modifiques, seguirás aumentándola. Es una especie de lógica retroactiva.


Tu mente detecta que tu cuerpo está expresando una determinada emoción, así que para ser congruente empieza a entrar en ese mismo estado emocional.


Entonces... que eliges, sabiendo esto... puedes elegir aumentar tu vibración, con lo cual te sentirás más relajada para enfrentar tu reunión o presentación.

Encuentra un lugar privado para mantener esta postura durante un par de minutos antes de tu próximo reto y te sentirás inmediatamente más confiado.

2. Reconoce tus emociones en voz alta: Es recomendable, según estudios de Inteligencia Emocional, que constantemente estemos en posición de observador de nuestras emociones. Reconocerlas nos permite de manera más simple, entenderlas y por ende, o bien las dejamos pasar sin que nos afecten, o las modificamos. Se ha demostrado científicamente, que nombrar en voz alta tu estado emocional real, puede reducir la intensidad de esa misma emoción (Kircanski K. et al., 2012).


Si tuvieras que subirte a un escenario para realizar una presentación, o una reunión importante, podrías reconocer frente el público que estás abrumado por el gran número de asistentes, o admitir que te sientes nerviosa. De esta forma te estarías quitando la presión de tener que ocultar tu ansiedad, reducirías su intensidad y permitirías que los demás te perdonasen tus errores al empatizar contigo.


En ser amable contigo misma es una clave muy importante en este juego. ¿Te has dado cuenta de que somos mucho más duras con nosotras mismas que con nuestros amigos? Cuando fracasamos solemos criticarnos con dureza, mientras que cuando un amigo nos cuenta un fracaso le consolamos y le intentamos quitar importancia. Esta estrategia es el eje central de la autocompasión, una nueva forma de autoestima que está revolucionando la comunidad científica gracias a sus excelentes resultados para reducir la ansiedad y depresión.


En lugar de añadir presión cuando las cosas van mal, la autocompasión apuesta por quitarla. Cuando todo lo anterior fracase y no consigas reducir tu ansiedad o cometas un error, perdónate y usa palabras de apoyo contigo de la misma manera como lo harías con un amigo. De esta forma te reconfortarás lo suficiente para volver a intentarlo en lugar de castigarte por tus equivocaciones.



3. Reinterpreta tu ansiedad como entusiasmo


Piensa en tirarte en paracaídas o hacer una presentación en público, por ejemplo. Seguro que conoces personas capaces de disfrutar en ambas situaciones y que incluso intentan provocarlas. ¿Dónde está su secreto?


La clave está en que ambas sensaciones están causadas por la misma sustancia: la adrenalina. Sin embargo, la forma como interpretamos cada situación determina el efecto que la adrenalina tendrá sobre nosotros. Cuando anticipamos un final feliz, nos embarga la emoción. Si imaginamos que algo malo nos va a ocurrir, nos invade la ansiedad.


En un experimento realizado por la Universidad de Harvard, los autores sometieron a los participantes a situaciones capaces de provocar mucha ansiedad, como cantar en público o hacer una presentación frente una audiencia. Sin embargo, aquellos participantes que antes de antes de empezar cada prueba repitieron en voz alta “estoy entusiasmado”, consiguieron mejores puntuaciones.


Empieza a usar estas estrategias de eficacia demostrada y te darás cuenta de que tienes más capacidad para reducir tu ansiedad y sentirte más confiado de la que crees.


Espero haya sido de utilidad para ti.

Te dejo un abrazote!




4 visualizaciones
bottom of page