top of page

Cómo Motivarte Cuando No Estás Motivada

Todos hemos tenido de "esos" días en los que el nivel de trabajo no es proporcional a las ganas que tenemos de llevarlo a cabo. Tienes tantas cosas que hacer, pero no puedes evitar darle al botón de posponer para retrasar la alarma del despertador por la mañana o pasarte una hora en las redes sociales… ¡Yo también lo he hecho!


Una de las ventajas de ser un emprendedora es que no tenemos un jefe al que obedecer. Somos nuestro propio jefe. Pero si quieres construir un negocio exitoso tenemos que ser el jefe más exigente.


Te voy a compartir 5 tips para motivarte cuando no estés motivada, para que evites la procrastinación y termines de una vez por todas con esos pendientes que solamente te traen ansiedad y desmotivación.

1. Recompénsate antes de empezar

La motivación es esencial a la hora de empezar una tarea. Incrementa tu nivel de dopamina regalándote un trocito de chocolate o dándote algunos minutos para ver un video que te interese. Escuchar música agradable también es una forma de premiarte y, si te es posible abre la ventana para que corra aire fresco y tu cerebro trabaje mejor.

El ejercicio te ayudará a sentirte mejor, llena de energía para iniciar una nueva jornada. Puedes saltar con pequeños brincos en el lugar si estás apremiada de tiempo. La idea es aumentar tu nivel de "felicidad" con actividad física.





2. Organiza tu espacio de trabajo


Asegúrate de que tu lugar esté organizado antes de empezar cualquier tarea. Si no es así, encárgate de limpiar ‘tu papelería’, de esta manera no tendrás pretextos para no concentrarte en terminar lo que empezaste.





3. Empieza con poco

Divide tu tarea principal en pequeñas partes. Esto no sólo te ayudará a trabajar mejor sino que también podrás medir tus resultados uno por uno. Esto te motivará a empezar las otras tareas y así terminar el proyecto completo. Existe un Método llamado "Pomodoro", porque se usa el reloj que se inventó para hacer la famosa salsa italiana, en que programas por periodos cortos de tiempo las actividades que vas a realizar. Por ejemplo, asignas 20 minutos y al sonar la alarma, te paras a caminar un momento, te estiras y vuelves... ojo si que esos 20 minutos tienen que ser de concentración absoluta para obtener mejores resultados.


4. Imagina tu éxito


Cierra los ojos por unos minutos e imagínate llegando al éxito. Estudios científicos probaron que esto aumenta tu motivación.

Mi recomendación es ayudar a tu mente a lograrlo. Esto lo puedes hacer mediante un Vision Board, en que en un trozo de cartulina pondrás fotos que representen los sueños que tengas. Es importante que no te limites en ellos, pero que si sean alcanzables en un periodo de tiempo.

Por que te digo que no te limites, muchas veces no creemos lo que somos capaces de llegar a lograr, sin embargo, olvidamos que todo conlleva un paso a paso, y con una estructura y orden es factible de hacerlo.

Al contrario ten cuidado también. Si visualizas imágenes de casas lujosas y viajes, cuando tu sueldo apenas alcanza para llegar a fin de mes, tu cerebro bloqueará toda esa información. Recuerda que estamos programados por nuestro "cerebro reptiliano" para subsistir y, cualquier cosa que nos haga temer, será desechada. Entonces, si tu visualizas una vida que no sientes propia, tu cerebro tenderá a rechazarla.


Visualiza momentos, cosas que sean alcanzables para ti. Crea tus Metas SMART- Específico/Medible/Alcanzable/Relevante y Temporal (en otro blog hablaremos más profundamente de este tema)


5. Sólo hazlo

Bien dice Nike “Just do it”. Ignora todo lo que esté a tu alrededor y sólo ¡haz tu trabajo! No olvides que empezar algo significa ya "medio terminarlo" así que deja de desperdiciar tu tiempo y concéntrate.

Movilízate lo antes posible y te darás cuenta que el inicio es mucho más fácil de lo que crees.

Recuerda esta frase, la aprendí de una de mis mentoras "Cuesta más pensarlo que hacerlo" (Leila Fittipaldi).

Recuerda que la actitud con que llevas la vida, dice mucho de los logros que tendrás. Nuestra postura corporal nos ayuda mucho a cambiar rápidamente nuestras emociones. Has un ejercicio, siéntate en una silla, baja los hombros, baja la cabeza, acurrúcate.. y ahora siéntete feliz... di ¡Soy muy feliz!.... ¿te lo crees?, difícilmente esa postura corporal transmitirá alegría a tu mente.

En cambio, ponte de pie, pon tus brazos cruzados atrás de tu cabeza, o mejor aún abre las piernas a la altura de tus caderas y pon tus manos sobre tu cintura en postura de "superhéroe" y di ¡me siento triste!... no verdad, no hay posibilidad. Usa estas dos posturas cuando sientas que tu motivación está cayendo.


Entonces, listo.... ¡acción!


Si te ha gustado este post, comparte en tus redes.


Te dejo un abrazote, hasta la próxima.


bottom of page