Siempre es una enorme gratificación poder ver nuestra casa terminada, tanto su construcción como su decoración, y saber que fuimos protagonistas del proceso. Poner nuestro sello, debería ser una regla de aplicar a todo lo que nos rodea.
Te recomendamos seguir estos pasos, que son los que aplicamos en nuestro Método Proyecto Familiar:
Paso 1: ¡Inspírate para crear tu propio diseño!
Ya tenemos las ganas así que ahora enfoquémonos en el diseño que hasta el momento hemos creado en nuestra mente. Este paso resulta muchas veces un tanto complicado porque nuestra imaginación no se guía por materiales en concreto, costos aproximados, ni posibilidad de creación, es decir, la etapa es complicada dado que le daremos sustento y rigidez a nuestras ideas, lo que implica en muchas ocasiones darnos cuenta que sí es factible y que no.
Aterriza las ideas desordenadas que se cruzan por tu mente. Una técnica es inspirarnos y dejar volar nuestra imaginamos a partir de diseños y construcciones existentes. Miremos referentes. Pinterest ofrece una infinidad de imágenes de prácticamente todo lo que puedas soñar.
Paso 2: Realiza un diagnóstico de tu casa actual
Comenzar la casa desde cero no permite poder adecuar todas las piezas del rompecabeza de manera más efectiva y a veces simple. Pero cuando ya tenemos una construcción hecha, de buenas condiciones y que incluso nos parece agradable, es importante que realicemos un diagnóstico acucioso para que determinemos cuáles aspectos nos parecen perfectos así y cuáles estarían mejor con algunos cambios.
Paso 3: Escribe o dibuja todo lo que tienes en tu mente
Ya buscamos inspiración y también inspeccionamos con ojo crítico cada parte de nuestra casa, así que ahora es momento de sentarnos en un lugar tranquilo a plasmar en papel nuestras ideas. Mediante dibujos, escritos y todo aquello que nos ayude a plasmar en papel las modificaciones que queremos hacer, podemos comenzar a visualizar mejor los resultados finales.
Paso 4: Busca un arquitecto o diseñador y muéstrale tus ideas.
Los profesionales, arquitectos y diseñadores pueden ayudarnos a llevar a la realidad nuestras ideas. Nos pueden asesorar en aquello que aún no logramos visualizar o que no sabemos cómo aterrizar. Se hace medible y concreta toda nuestra idea.
Paso 5: Toma decisiones
Después que hayamos elegido al profesional que contrataremos para crear la casa de nuestros sueños, llegó el momento de ser contundente, es decir, tomar las decisiones precisas conforme a lo que queremos.
Para este aspecto es de suma importancia que dejemos atrás miedos e indecisiones que son muy comunes cuando las ideas son atrevidas, así que, antes que nada, respiremos tranquilos y, sobre todo, ¡atrevámonos! Cuando veamos que el diseño es tan bello, notaremos como todo valió la pena.
Paso 6: Comenzar trabajos y planificar ideas
Si la remodelación afecta a una parte de nuestra casa, debemos ser organizados para no interrumpir drásticamente el funcionamiento normal de nuestra familia. Es conveniente que acordemos con el arquitecto las etapas y tiempos de cada modificación. Por ejemplo, comenzaremos por la sala, cambiando pisos y pintando muros para luego modificar el mobiliario. Vamos cerrando habitaciones antes de iniciar otra.
Esta organización nos ayudará a ir viendo avances y amando nuestro proyecto.
Si por el contrario se trabaja en desorden, garantizamos un estrés absoluto e incluso ganas de terminar todo antes de tiempo.
Con la organización logramos subir el placer de ver avances, ahorramos y vamos conociendo el costo real de nuestra inversión. ¡Somos felices!
Espero haya sido de utilidad para ti esta información... Nos vemos en el próximo blog!
Un abrazo.
