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La Cultura Maker

Es un concepto que hemos comenzado a escuchar, sin entender muy bien de qué trata. Podemos entender que un maker es una persona que aprende a través de lo que hace, sobre todo en ámbitos que implican colaboración, diversión y tecnología. Generalmente, lo hace a través del conocimiento compartido en internet y, en particular, en las redes sociales. Es una persona que se ha habituado a resolver problemas de todo tipo por sí misma y que disfruta con ello.



La cultura maker existe desde hace años, pero con la pandemia de la covid-19 se ha impulsado debido a la solidaridad y a la necesidad de compartir aprendizajes. Enfatiza el aprendizaje a través del "hacer", como un aprender activo en un ambiente social; rescata la idea del aprendizaje informal, autodidacta y compartido con otros que tengan intereses similares, a la vez que están motivados por la diversión y la auto-realización. Fomenta nuevas aplicaciones de tecnologías, y la exploración de intersecciones entre dominios.


Esta cultura tiene su origen en el Do It Yourself (DIY) y, con el paso de los años, se ha ido desarrollando de tal manera que ya se pueden distinguir varios pilares en los que se fundamenta:

  • Uso de herramientas digitales para el diseño y la fabricación.

  • Medios digitales colaborativos. Una de las características fundamentales de los makers es que hacen públicos sus conocimientos, por lo que existen multitud de plataformas colaborativas en las que publican sus avances y los comparten con otros usuarios.

  • Fabricación bajo demanda. Durante mucho tiempo, cuando una persona o una empresa quería fabricar algo, debía tener una fábrica y producir un gran volumen de su producto o productos para que fuera rentable. Con la digitalización ya no es necesario ese volumen, sino que se pueden generar productos bajo demanda.

Su capacidad de crear e innovar hace que los makers estén muy solicitados por las empresas, puesto que pueden aportar diferentes beneficios:

  • Solución de problemas. Un maker es capaz de ver en cada problema una oportunidad de aprender. Así, puede aportar soluciones alternativas y dar una ventaja competitiva a la empresa en la que trabaja.

  • Trabajo en equipo. Los makers están acostumbrados a colaborar para compartir información y conseguir mejores resultados, por lo que fomentan el trabajo en equipo.

  • Adaptación a los avances tecnológicos. Las personas curiosas y acostumbradas a seguir de cerca las nuevas tecnologías, como es el caso de los makers, pueden adaptarse fácilmente a los cambios y ayudar a las empresas en su transformación digital.


¿Por qué es necesario impulsar la cultura maker en la formación?


Para que esta cultura se extienda y aporte los beneficios a las empresas es necesario que se impulsen iniciativas de formación que aporten conocimientos a los futuros makers en las diversas etapas de su aprendizaje.

Por otro lado, las nuevas tecnologías exigen la creación de una formación alternativa que desarrolle un aprendizaje práctico y fomente las habilidades necesarias para los trabajadores y líderes del futuro.


La formación continua es fundamental para impulsar y fomentar la cultura maker. Además, el aprendizaje de nuevas habilidades, sobre todo tecnológicas, son pilares básicos para que las personas mejoren sus conocimientos y las empresas tengan la garantía de que sus equipos tienen la preparación necesaria para afrontar los retos del futuro.


Espero este post haya sido de tu interés y puedas aplicar los principios para sentar las bases de una sociedad más empática y colaborativa.




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